Diagnóstico
Criterios clínicos
(DSM-5)
Hemograma, electrolitos y
tirotrofina, vitamina B12 y folato para descartar trastornos físicos que
puedan producir depresión
El diagnóstico de los
trastornos depresivos se basa en la identificación de los signos y síntomas (y
los criterios clínicos descritos anteriormente). Para poder diferenciar los
trastornos depresivos de los cambios de ánimo normales, debe existir angustia
significativa o deterioro en el funcionamiento social, laboral o en otras áreas
importantes.
Existen varios
cuestionarios breves disponibles para el examen de detección que ayudan a
provocar algunos de los síntomas de depresión, pero no pueden usarse sólo para
diagnóstico. Una serie de preguntas cerradas específicas ayudan a determinar si
los pacientes tienen los síntomas que requiere el DSM-5 para el diagnóstico de
depresión mayor.
La gravedad se determina
por el grado de dolor y discapacidad (fisico, social, ocupacional) y también
por la duración de los síntomas. Un médico debe preguntar delicada pero
directamente a los pacientes sobre cualquier pensamiento o planes de dañarse a
sí mismos o a los otros, cualquier amenaza o intento de suicidio previos,
y otros factores de riesgo. La psicosis y la catatonía indican depresión grave.
Las características melancólicas indican depresión grave o moderada. Los
problemas físicos coexistentes, los trastornos por abuso de sustancias y de
ansiedad agravan el cuadro.
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